La accesibilidad para el flamenco cada vez resulta mas cómoda, debido a la constante evolución de la música flamenca la cual se encuentra en permanente movimiento, adquiriendo otros matices musicales que la enriquecen formando parte de un pilar contemporáneo sobre el cual hoy día también se mantiene el flamenco. Existen aficionados que consumen este tipo de flamenco no tan tradicional y van adquiriendo con el paso del tiempo el bagaje necesario para comprender o reconocer la esencia y la fuerza tan poderosa de la pureza del flamenco.
Bajo ese concepto la junta directiva de la
asociación cultural “Flamenc@s de Verdá” recurrió a una cantaora con una carrera artística básicamente
formada por trabajos discográficos de
corte comercial pero que supiera
desenvolverse con soltura en el marco de la pureza y la personalidad flamenca, que sin duda
alguna fuera una apuesta segura para ofrecer una buen recital a los aficionados.
Así pues y tras la diversidad de criticas por el nuevo trabajo discográfico “Flamencas
en la Sombra” (Universal Music Spain.
2014) donde homenajea a diversas mujeres
flamencas con mas o menos fortuna con un sello propio inconfundible
se optó por la cantaora catalana Montse Cortes.
Con el telón de fondo de los salones del
hotel Ágora y con una buena acogida para la celebración de la gala se dieron
cita gran parte de los aficionados
flamencos de Cáceres y una representación significativa de los aficionados del
Casar de Cáceres y Valdesalor, los cuales han entrado a formar parte de nuestro
colectivo flamenco, diversificando con ello la asociación y no haciéndola
exclusivista como algunos aún piensan. Igualmente fue una satisfacción acoger
la visita como invitado de honor del matador de toros Julio Aparicio que no
quiso perderse el recital de la cantaora catalana Montse Cortes.
La voz dulce de Montse arraigó a los aficionados
recordando la insuperable creación que el maestro Marchena grabó en los años
40; ofreció un cante por milongas entrecruzado con el remate por vidalita,
dando muestras de su impronta personal, ajustándose a la forma melódica que
dejo impuesta Marchena. Arriesgo y presentó una voz potente con recorrido en
un cante por media granaína y granaína, ambos estilos del maestro Chacón, aunque recordando en ocasiones en la media granaína aromas de la catalana Mayte
Martin; recorrió todo el ámbito melódico de los tercios, dibujándolos tal y como
son, aunque quebró los finales de los mismos al faltárle la ligazón. Recreó
estilos del Mellizo, Frijones, Juaniquí, El Machango y Paquirri, en un cante
por solea muy medido y ajustado a compás,
logrando conectar con el público y para finalizar la primera parte, derrocho personalidad en un cante por
seguiriyas que aunque estuvo quebrado en algún tercio, tuvo fuerza, empuje y
lucha, dotando de corazón, tragedia y melos personales, los cantes de A.
Cagancho y el Marrurro y presentó una pelea magnífica en el remate de Manuel Molina.
Comenzó la segunda parte con unos tangos de la
Pirula y Paca Reyes, tangos que anteriormente el mundo flamenco se los había
atribuido de forma inexacta a la Repompa (Soler, R. 2012) los realizó con un
sabor inconfundible al barrio del
Perchel, con gracia y muy ajustados al compás. Dulzura y voz a gitana de miel
sonaba en sus tangos-rumbas “Hiere” de su anterior trabajo discográfico “La
Rosa Blanca” (BMG. 2004) y dejó un recuerdo a Edelina Muñoz Barrull “Tina de las Grecas”
malograda por una enfermedad mental, mujer que cantaba flamenco de manera muy
personal tal y como demostró Montse al recordar su manera de cantar. Para terminar estuvo acompañada
con las palmas de algunos flamencos jóvenes de Cáceres como El Morito, Carmen
Vaquero, El Pira y Miriam Cantero en unas bulerías con aroma propio y
formas camaroneras.
Especial mención para el guitarrista malagueño
Francisco Vinuesa que sin prácticamente haber acompañado nunca a la cantaora,
demostró un gran conocimiento a la hora de llevar los cantes, presentando un rico y
agradable abanico tonal en sus toques por tangos-rumbas, milonga-vidalita y
granaínas, sonando excelentemente con
los tangos de su tierra y sobretodo con mucha jondura en sus toques por solea,
seguiriyas y bulerías con mucho aire jerezano.
Montse Cortes nos dejó una buena gala donde
desarrollo su propia personalidad en sacrificio de la ortodoxia, logrando dejar
un buen sabor al aficionado que en ocasiones vibro con su cante.
“El mundo
flamenco tradicional antepone la ortodoxia a la personalidad propia y creativa del artista, olvidando que es uno
de los pilares mas grandes del arte flamenco, ya que sin esa personalidad jamás
hubiera existido la ortodoxia”
PericodelaPaula
REFERENCIAS
Roji, P., Soler, R., y Fernández, P. (2012). La Repompa de Málaga. Málaga. Ed. Propia
Cortes, M. (2014). Flamencas en la
sombra. [CD]. Madrid: Universal Music Spain Cortes, M. (2004). La Rosa Blanca. Hiere
[CD]. Madrid: BMG
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